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Clásico

Sin enfoque no hay dirección


El camino hacia el triunfo solo está permitido para quien busca dirigirse hacia él, le cueste lo que le cueste. A menudo cometemos el error de empezar una tarea que nos motiva pero tan pronto el camino se torna cuesta arriba, empezamos a prestarle atención a otras cosas.

 

Mantenernos enfocados de forma consciente y consistente es un hábito que hay que adoptar si esperamos ver progreso en los procesos en lo que nos involucramos. Y como ya deberíamos saber, el hábito lo crea la práctica y la práctica hace maestros. Necesitamos enfocarnos en aquello que queremos conseguir si no queremos perder el rumbo, es por eso que una de las lecciones principales en cualquier proceso de cambio, sea personal o profesional, es mantener una atención selectiva hacia donde pretendamos dirigirnos. Si circulamos con nuestro vehículo por una carretera cercana a un valle con vistas espectaculares hacia el río, es en el rio donde vamos a acabar si ahí es a donde miramos.

 

Sin enfoque nuestra energía se dispersa

La historia nos muestra constantemente que lo que debería ser una carrera plagada de éxitos en la vida de alguien, acaba por convertirse en un desastre. Actores, cantantes o deportistas a las puertas de convertirse en leyendas terminan envueltos en escándalos por drogas o reyertas, lejos de las personas que un día creyeron en ellos y de la persona en la cuál debieron convertirse.

 

El escritor y conferencista John C. Maxwell dice: "Nuestra cultura de hoy día nos permite escoger entre multitud de opciones, casi ilimitadas. Es por esto que las personas no saben en qué enfocar su atención".

 

Cuando se ve venir el carro de la grandeza salimos corriendo para no resultar atropellados por él, y cuando viene el del fracaso hacemos lo mismo. Son batallas que podemos ganar pero ocurre que nos sentimos abrumados por el éxito y el fracaso y preferimos quedarnos como estamos. Quizás esta sea una de las formas de procrastinación más comunes para nosotros. Posponer es propio de la naturaleza humana y cunado no sabemos en qué enfocarnos, vamos a pasar mucho tiempo sin un destino fijo. La idea es que si encontramos algunas opciones que por el camino nos brinden algo de sentido y dirección, no tenemos por qué malgastar nuestra energía en los "quehaceres" más sencillos, si no en eso que seguramente tanto estábamos esperando. Aquí es cuando hay que tirarse al río.

 

Enfoque + energía + acción= RESULTADOS

 

Los resultados se igualan a nuestros deseos en tanto estamos comprometidos con la acción. Dicho de otro modo, si mantenemos de forma repetida un escenario de acción crearemos un hábito de conducta, un comportamiento comprometido con la idea de alcanzar un sueño.

 

Tomar una decisión de hacia dónde dirigir nuestro enfoque, nuestra energía, es comproterse con ello sean cuales sean las circunstancias. Podemos elegir sentirnos tristes y abatidos o con energía y vitalidad, podemos elegir dar los pasos necesarios para convertirnos en aquello que deseamos o dejarnos arrastrar por las excusas, la apatía y el dolor. Entonces uno debe y tiene que proponerse llegar a un nivel de vida superior, es su obligación marcarse esa meta y mantenerse fiel a ella.

 

¿Qué leccion trae consigo esto?, ¿cómo puedo aplicar esto en un futuro? Albert Einstein decía, y hasta la saciedad que lo hemos escuchado, que si siempre se hace lo mismo no se pueden esperar resultados diferentes. Tanto repitamos nuestros errores tanto caerán nuestra confianza y autoestima en picado. Tanto propongamos algo nuevo que mantenga en alerta nuestros sentidos y nos empuje a nuevas direcciones tanto subirá nuestra atención consciente.

 

Un artículo muy sencillito para ir aplicando desde ya mismo pero sin el cuál nada de lo que se quiera conseguir se va a tornar posible. A veces lo más fácil de hacer es lo que más nos cuesta, y en el arte de perseguir lo que no queremos solemos ser especialistas. Reenfocarnos cuesta a veces demasiado, pero igual que creamos hábitos negativos uno puede ayudarse dando pasos pequeños que le lleven a experimentar vivencias autoelegidas. Con una atención constante y sin dispersiones en cosas tribiales, no se debería tardar mucho en convencerse de la importancia de esta idea.